La directora del CIFP Manuel Antonio y la de la escuela Harina Blanca coinciden en que programas como "Masterchef" y "Pesadilla en la cocina" pueden ser armas de doble filo. "Para atraer a la audiencia, provocan los comportamientos contrarios a los que nosotros pretendemos favorecer aquí. La competitividad está bien, pero si es sana y estos espacios promueven justo lo contrario. En este sentido pueden hacernos cierto daño aunque lo que intenten es fomentar la cualidicación", opina Aída Saa.

Tampoco tienen en cuenta las normas de higiene que hay que contemplar cuando se manipulan alimentos, entre ellas, trabajar totalmente uniformado y no llevar ni complementos ni maquillaje ni laca de uñas. "Es todo un show para captar audiencia. Están a años luz de la realidad", asegura Elena Zulueta, que lamenta también el trato que se les da a los concursantes. "Los insultos en una cocina de verdad son inaceptables", afirma Zulueta, que añade otro riesgo: la proliferación de clases ilegales de cocina ante el creciente interés por la misma.

Fuente: Faro de Vigo