Un año más, y ya van 31, la Escuela de Hostelería Harina Blanca inicia sus reconocidos cursos de cocinero profesional y ayudante de cocina, a los que se suman uno de repostería y otro de cocina vegetariana y vegana . "Todos nuestros cursos son prácticos en un un 97%. Nuestros alumnos no tienen que tomar apuntes; solo atender a las explicaciones de sus profesores y cocinar, cocinar y cocinar", apunta Elena Zulueta de Madariaga, directora de la escuela.

En Harina Blanca se aplica a los fogones el dicho de nuestros abuelos: "A (sachar) cocinar se aprende (sachando) cocinando". Esta formación eminentemente práctica es una de las razones por las que Harina Blanca cuenta con un 100% de colocación entre sus alumnos aprobados. "Los empresarios de hostelería están muy satisfechos con nuestro alumnado y en estos momentos tenemos encima de la mesa muy buenas ofertas de trabajo en espera de futuros estudiantes para ocuparlas", apostilla la directora.

-¿Cuál es la formación del profesorado en Harina Blanca?
Se trata de personas con una gran experiencia laboral y docente, todos con titulación superior. Es un lujo para la escuela y para mí compartir docencia con todos mis compañeros.

-¿Cuál es la atención que la escuela proporciona a sus alumnos?
Nuestra atención es de por vida. Durante su formación, son tutelados individualmente por el profesorado del centro. Nuestros grupos son reducidos y siempre hay en el aula un mínimo de dos profesores atendiendo todas las dudas que les puedan surgir mientras están cocinando las recetas seleccionadas para ese día de trabajo. Además, fuera del horario de clase, cualquier alumno puede personarse en la escuela para aclarar cualquier duda que tenga que será atendido por cualquiera de los profesores que no se encuentren dentro de las aulas de cocina en esos momentos.
Una vez que aprueba el curso, Harina Blanca le consigue un trabajo bien remunerado y, a medida que pasa el tiempo y si quiere, puede solicitar un cambio de empleo, que nosotros le conseguimos y gestionamos.
Lo que más nos enorgullece de nuestro trabajo es que alumnos que estudiaron con nosotros hace más de veinte años se pasan por la escuela, bien para saludarnos, bien para que les consigamos un nuevo trabajo, bien para aprender nuevas técnicas que complementen todo su trabajo anterior.

-¿Cuál es su apuesta profesional?
Siempre he defendido una formación práctica, sin teoría o con la mínima indispensable y sin prácticas laborales no remuneradas. A cocinar se aprende cocinando y no leyendo o copiando apuntes o estudiando materias que nada tienen que ver con la gastronomía o el servicio al cliente. Mientras yo pueda y la vida me deje, en Harina Blanca nuestro método será evidentemente práctico, con el único objetivo de formar a futuros profesionales a los que colocaremos en el mercado laboral en condiciones decentes y siempre mejores que las fijadas por el convenio profesional. Como suelo decir cuando gestiono un puesto de trabajo para cualquier alumno de Harina Blanca, "la esclavitud fue abolida hace siglos".

Fuente: Faro de Vigo