Hoy os traigo una conserva de una fruta gallega, los mirabeles, que se dan muy bien en la provincia de Pontevedra, donde yo vivo y que además tengo la suerte de tenerlos siempre cerca.
Es bien sencilla y su resultado nunca falla, así que ahí la pongo y animaros que merece la pena.
- Pasos a seguir
- Lavar bien la fruta y dejar escurrir.
- Yo no les quito el hueso, así que los conservo así.
- Preparamos el almíbar hasta los 130-140 grados baume ( es como se mide la temperatura del azúcar y almíbares y hay termómetros específicos para eso) y que para esa cantidad, ronda aproximadamente los 12 minutos desde que hierve a fuego lento.
- Rellenamos los botes con la fruta, metemos una piel de limón en cada uno y cubrimos con el almíbar.
- Cerramos bien y ponemos los botes dentro de una olla, con agua, a hervir durante 20 minutos.
- El agua debe cubrir por completo los botes.
- Pasado ese tiempo, apagamos el fuego y los dejamos enfriar hasta el día siguiente dentro del agua. El sacarlos inmediatamente, puede hacer que rompan los botes, por la diferencia térmica que hay entre el agua hirviendo y la temperatura exterior.
- Al día siguiente los retiramos del agua, se secan y se etiquetan.
- Conviene mantenerlos al menos un mes antes de consumirlos, mejoran de sabor.
- Esta conserva se mantiene en perfecto estado durante dos años, sin que se altere su sabor.
- Está lista para tomar, bien solos o con una crema inglesa, compota de manzana, helados… tiene miles de aplicaciones.
- Ingredientes:
- 1 kilo de mirabeles bien frescos.
- La piel de un limón sin su parte blanca.
- Pectina de manzana una curadita de café.
- Almíbar con 400 de azúcar y 300 de agua.
- 4 Botes esterilizados, pequeños y con cierre hermético.