Según un reciente estudio elaborado por la organización de consumidores alemana Foodwatch, más del 85% de los productos que ofrece la industria alimentaria a los niños no son saludables, ya que contienen demasiadas grasas, azúcares añadidos o sal, según los requisitos para alimentos equilibrados determinados por la OMS (Organización Mundial de la Salud).

Un total de 283 productos alimenticios dirigidos a los niños utilizando la publicidad fueron analizados con unos drásticos resultados: de los 283 productos, 242 no son saludables por su elevado contenido en grasas, sal y azúcares añadidos, en este sentido, la organización de consumidores cree que según los criterios de la OMS no deberían comercializarse.

En el estudio se han incluido productos de un total de 16 conocidas empresas alimentarias que se comprometieron a un marketing infantil más responsable. Sin embargo, 10 de los 16 firmantes ahora solo anuncian productos poco saludables dirigidos a la infancia.

En definitiva, es evidente que las medidas y restricciones voluntarias no funcionan, por lo que es necesario legislar sobre el tema, algo complicado teniendo en cuenta el peso e influencia que tiene en las organizaciones y organismos gubernamentales.