En los últimos años se ha generado una creciente demanda de productos que, además de haber sido elaborados bajo criterios éticos y de desarrollo sostenible, garanticen que las condiciones en las que viven los animales de granja sean óptimas para una vida sin sufrimiento ni estrés, teniendo en cuenta aspectos fundamentales del bienestar animal como la alimentación, el alojamiento y la salud física y emocional.

Un sello que avala que los animales han vivido y han sido sacrificados cuidando de su bienestar, gracias a una monitorización que se lleva a cabo mediante los indicadores validados y consensuados por investigadores de los proyectos europeos Welfare Quality y AWIN (Animal Welfare Indicators). Esto implica que, para cada especie, se evalúan los cuatro principios básicos en los que se fundamenta el bienestar animal:

-Buena alimentación
-Buen alojamiento
-Buen estado de salud