Hoy 22 de marzo se celebra el “Día Mundial del Agua”, que tiene como objetivo concienciarnos acerca del malgasto que hacemos de agua. Aquí es clave pensar que el desperdicio de alimentos también influye para frenar el derroche de aguas que hacemos. Según recientes datos de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) el desperdicio de alimentos implica el gasto del 21% de toda el agua dulce del planeta.

El último estudio publicado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (“Panel de cuantificación del desperdicio en los hogares españoles), revela que 25 kg de alimentos son desaprovechados por persona y año en España, lo que implica un 4% del total de consumo. Si a esto le sumamos las últimas cifras de EsAgua (Red de entidades españolas comprometidas con el uso sostenible del agua y la huella hídrica) el desperdicio alimentario provoca un impacto en la huella hídrica de 131 litros por persona y día.

Para reducir el desperdicio de aguas y alimentos, existe un compromiso muy sólido de las empresas del sector sobre el uso eficiente de los recursos naturales. Sobre un 70% de los casos estudiados han implantado planes para reducir el consumo del agua con los que han podido reducir casi un 20% la cantidad de agua empleada en sus procesos.